Autor: JUSTO ALDU (Julio Stoute)
Hoy las costillas corroen mi pecho
miran con profundo desdén por dentro.
Su mirada les cuesta,
porque debajo hay tanta miseria;
tal vez estén acostumbradas a ésta sombra pétrea
arrancando nostalgias
ya no pueden sostenerse de pie
cada minuto sienten que pierden
un mundo de recuerdos
porque los días fueron engañados por el olvido,
presienten los instantes precoces de la muerte
¡Grito del ayer, ausencia del mañana!
Y me duelen tanto, por Dios, me duelen…
cansadas de presentir.
Y antes que amanezca
sabré lo que pesa el confín de mi pecho.
La clava del dolor
es la queja del alma desgarrada.
Mis costillas albergan
mi tristeza, mi odio, mi desprecio,
junto a mi dolor en el viejo corazón.
tal vez no nací para una cruz tan pesada
y sufrir el beso que nunca fue recibido
en este valle de concreto
-dolorosa huella del desarraigo-
Pero allí por donde cruza
mi dolor de siglos
también hay amor y alegría
enjaulado entre pasiones incipientes
junto a las viejas heridas del recuerdo.
Cae otro momento sin “saberte”
Y resulta a mi pecho como
una carta absurda sin tiempo..
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