miércoles, 18 de diciembre de 2013

OLVIDO


Ahora me pides que te olvide,
que pignore nuestras vetustas noches
en el andén del silencio
ante un embarcadero de oquedades
y navegue en otros mares
hacia puntos lejanos de tu puerto.

Me pides que rompa la espuma de las olas
que dibujaron tu silueta sobre mis playas
donde bebí despacio la felicidad.
Y tus palabras,
así como la resaca,
me saben a llanto seco
por el ir y venir de tus mareas

No sé si encontraré manera de atrapar
tus humedades cerca de mi cuerpo en llamas,
y evitar tu lejanía de mis ojos
al contemplarte en lontananza

Es que me quiebro en razones para no perderte
y en los huesos me suenan tus etcéteras
cuando las horas de tu tiempo
se hicieron bisiestas por tu barca perdida

Y si mi raudo mar no pierde tus muelles
si todos tus besos
volviesen a estallar como olas en mi boca,
universal sería el amor
que a nuestras vidas sin duda le toca.

Autor: JUSTO ALDÚ/Julio Stoute. 2013.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

RUFINA ALFARO (MONÓLOGO)

TEATRO:
MONÓLOGO DE RUFINA ALFARO
Autor: JUSTO ALDÚ


La escenografía debe ser sencilla. Una silla de cuero o mecedora en un rincón. En el otro extremo una mesa con dos sillas de madera. Un recipiente sobre ella y dos vasos. Detrás el telón negro y dos macetas de regular tamaño con plantas de hojas grandes de modo que las aprecie el público. 
El vestuario debe ser a dos piezas. Una chaqueta con mangas bastante amplias y un faldón o pollera con tela estampada en flores o de un solo color. Su largo debe ser hasta la pantorrilla para permitir el rápido desplazamiento de la actriz que debe interpretar el papel descalza. El peinado a dos moños o el cabello suelto y sin peinar. Un sobrero de paja o montuno no está de más, pero si no lo tiene a mano. No es indispensable. 
Un grupo de cuatro o cinco jóvenes vestidos como soldados de la época. No es necesario fusiles. Los sables bien pueden ser de plástico o madera para darle un toque jocoso.
En el piso una paila o cacerola sobre tres piedras y debajo algunos leños. 
El ambiente se notará cargado de humo. 
Iluminación con luz blanca que se irá acentuando poco a poco al levantar el telón.
Música típica panameña se deja escuchar al fondo muy ténuemente con el discurrir de la labor escénica.
PERSONAJES:
RUFINA ALFARO
SOLDADOS
ACTO ÚNICO
Al descorrerse el telón las luces estarán apagadas, se deja escuchar voces de varias personas, poco a poco se ilumina solamente la mesa en la que estará sentada RUFINA. Las voces al fondo se tornan en gritos y discusión pero no se ve a nadie en escena salvo a RUFINA moviendo la cabeza de un lado a otro con un vaso en la mano. (gesto de negación). 
RUFINA: (Lenguaje coloquial)
Repentinamente se levanta y da un golpe en la mesa. Deja el vaso sobre la misma y exclama
- ¡Que va! Ejto no me lo aguanto maj. Hay que hace algo. Vengo de Las Peñas de Los Santos y allá toos somos echaos pa´ lante. Ahora mismo voy pal cuartel, Segundo Villareal quiere que espie alos soldados españoles y es lo que voy a hace.- Aunque yo quiero mucho a mi hombre, los míos son primero. 
Camina el escenario y mira al fondo de la sala, se quita el sombrero y empieza a hablar recorriendo con su vista a todos. 
- Es que yo nací aquí y mis padres son de aquí, mis hermanos, mis tíos y todos. Lo que veo no puede ser de un amo tan lejano. (Negando con la mano al frente y el dedo índice). 

- Dicen que España está al otro lado de un gran charco. Y por qué quieren esto si no les pertenece. Estamos en 1821, las cosas están cambiando. En Suramérica se escuchan noticias de un tal Simón Bolivar. 

- (Camina el escenario y otra vez queda absorta.Luego de unos segundos de silencio. Brotan palabras de su boca)

- Yo estoy enamorada de ese soldado, pero voy a aprovechar que puedo entrar al cuartel para ver cuando se descuidan. Mañana es 10 de noviembre y quizá sea el mejor momento. 

(Rufina corre y se pierde. Hace mutis por el lateral. Sube la música y sale nuevamente a escena sin sombrero y con el cabello suelto)

- RUFINA: Hoy es 10, voy al cuartel. 

(Camina hacia el otro lateral, entra y sale repentinamente. Un grupo de muchachos vestidos como soldados pasa tras de ella. Se dejan ver empujándose y confundidos hasta hacer mutis por el otro lateral)

- RUFINA: Es el momento amigos, los guardias están distraídos, ataquen el cuartel Español. Hoy 10 de noviembre de 1821, seremos libres del yugo colonial. 

VIVA PANAMÁ!!! VIVA LA INDEPENDENCIA!!! ( Con los brazos en alto)

CAE EL TELÓN.

viernes, 6 de diciembre de 2013

ASIMBONANGA MANDIBAH (Homenaje póstumo a líder NELSON MANDELA)




Las luces se fueron
y brillaron las velas ante la resurrección de las calles.
Jineteamos el mismo hecho histórico
de aquel que donó el designio al mundo
de seguir con la esperanza a cuestas

No, no lo hemos visto.
No sabemos dónde está
solo sabemos que resiste al oprobio y la discriminación,
que enseña al pobre y al justo.
Es la voz apocalíptica de los predicadores
apacentando humildes
brindando esperanzas con su fe altiva,
preparando para otros un camino.

No, no sabemos dónde está
quizá esté dando un grito o multiplicando peces
en un mar sin discriminaciones;
sin pescadores de injusticias,
mientras otros
se miran los unos a los otros encogiéndose de hombros.

Y preguntaron por él ante los perros,
luego hubo grabadoras, celdas húmedas, oscuras,
llenas de moho, amarradas al insulto.
Cadenas negras en un mundo discriminatorio blanco.
La policía interroga y repetimos con fuerza
No, no sabemos dónde está,
andaba por aquí, por allá,
con propaganda,
con toda su historia
de libertades ocultas
en contra de los asalariados del terror,
aquellos que no tienen melanina ni escrúpulos

Ayer, no sabíamos donde estaba,
pero hoy sabemos que descansa en paz,
solo cayeron los de entonces
ahora corre la luz entre los dedos,
abrillantan el día las ilusiones
como semilla al sol en el surco
creciendo vertiginosamente en el fondo de la justicia

No, no sabemos dónde está,
contestamos cuando lo buscaban para encarcelarlo
y poner fin a su protesta
en beneficio de la humanidad.


Autor: JUSTO ALDÚ/Julio Stoute

jueves, 14 de noviembre de 2013

BUENO PARA NADA


Ya cargado en años y cansado, se dormía sin querer en cualquier parte. Sus párpados simplemente se cerraban. Todos sus amigos sabían de antemano lo que le sucedía a Tommy. Así que hoy no era un día distinto en su fantástica vida. Volvía a soñar. Ahí pegado en la borda del vapor navegaba en su mente, sorbía el enérgico y puro aire del mar del ingenio que inundaba todos sus poros. Había una cortés simpatía general por él. Todos observaban su dormitar y nadie se atrevía a despertarlo. Una fantástica y privilegiada mente no debía ser perturbada. Nosotros simplemente nos metimos en su sueño, así sin avisar. Aún se veía de niño, corriendo de aquí para allá. Su madre le tenía un gran amor, quizá como extranjera en un país difícil se apegó más a sus hijos. Una gran prole de la cual Tommy era el séptimo.


En su sueño se veía en la escuela. Tenía muchas ganas de aprender. Tomaba sus libros y un pequeño pizarrón. Un beso de su madre y listo…

El caso es que jamás se imaginó lo que sucedería aquel día en la misma. Un maestro intolerante y poco dado a las pláticas fue el actor que marcó para siempre la película de su vida. Por eso el sueño era repetitivo para el viejo Tommy, quien lo recordaba y su mente no hacía más que volver al pasado en cada descanso..., en cada sueño. 

Aquel día el pequeño Tommy regresó a casa llorando. No tenía más de ocho años cuando el maestro le dijo: “Eres un bueno para nada” y luego lo calificó como “estéril e improductivo”. Vaya noticia que fue para la madre. Una y otra vez se lo repetía. Estéril e improductivo.

Nancy, su madre no le dio mucho crédito, lo tomó del brazo y siguió con su educación personalmente.

Tommy recordaba en el sueño perfectamente cómo vendió diarios, verduras, mantequilla y moras en un tren. Y lo que más recordaba eran esas interminables horas que aprovechaba para leer uno que otro libro en una biblioteca pública. Como quiera que pasara gran parte de su vida en los trenes, empezó a trabajar en ellos, pero no por mucho tiempo. “Bueno para nada” fue despedido por desobedecer órdenes. Una vez más su carácter le trajo problemas.

El sueño repetitivo del Viejo Tommy iba y venía de las muchas veces en las que intentó hacer algo y no lo consiguió. Fueron muy pocas veces las que “Bueno para nada” logró su propósito.


El viejo sonreía dormido en su chaqueta negra perfectamente entallada. Todos lo miraban dormir justo cuando llegó el mayordomo, quién abriendo la inmensa puerta de roble contigua al recinto caminó hacia él y tocándole el hombro suavemente, lo despertó:


- Sr. Edison, despierte lo aguarda el presidente.

Autor: JUSTO ALDÚ/Julio Stoute. 2013