miércoles, 23 de octubre de 2013

ESPERANDO

Autora: LUCÍA MARTY
Escritora Argentina.



Recorre página tras página su cuaderno leyendo las cartas que nunca se atrevió a enviarle, la transcripción de los mensajes de texto, y sus letras desaparecen tras las lágrimas que nublan su mirada.

Y vuelve a maldecir esa madrugada en que se cruzó con Federico, el arquitecto que vivía en Ramos Mejía, los dos se encontraban aburridos, ella estaba dando sus primeros pasos en el chat, según le conto él hacía muchos años que entraba, con el tiempo le contó que había salido con varias señoritas que conoció allí.

Siguió leyendo sus últimos tres años de vida, plasmados en letras tristes, desgarradoras, volvía a rompérsele su alma en infinitos pedazos ante la mentira, el injustificado engaño… supo una vez más que nunca podría borrar esa etapa de sus amargos recuerdos, intento enumerar los bonitos, esos que le producían felicidad al traerlos a su memoria, eran tan pocos comparados con los tristes y dolorosos.

Marcados en el calendario de sus días, se alejaban imponiendo una distancia mucho más grande de la que existía en realidad.

Sintió el ruido del picaporte, y en un acto reflejo escondió su cuaderno debajo de la almohada, no deseaba que sus recuerdos, que su dolor, que su amor alguien más los conociera.

Enfundada en su chaqueta blanca entro la enfermera para acompañarla hasta el jardín, hoy el día se prestaba para disfrutar del verde de los árboles, del canto de los zorzales que abundaban entre los arbustos. El perfume de los paraísos, los jazmines y la glicina enrarecían el aire, a ella la confundían, no sabía si estaba en la casa de sus padres o en esa casa preciosa, llena de doctores y enfermeras que la cuidan tan bien, todas las mañanas la acompañan a bañarse, la peinan y Silvia la maquilla, es una muchacha que hace la limpieza, se escabulle siempre en su habitación, la ayuda a ponerse los pendientes de plumas que ella tanto adora, a cambio ella le lee cuentos donde las protagonistas nunca mueren y son felices.

Clara se sienta junto a ella en el banco que esta frente a la cascada, la toma de la mano y le dice:

-Mañana vienen tus hijos a visitarte, traen a tu nieto, tenes que ponerte bonita para recibirlos Rita.-

Ella conserva su mirada perdida en el agua que cae suavecito, haciendo burbujas que explotan después de unos segundos, después de un buen rato levanta la vista y sintió una lágrima recorrer su mejilla.

-No tengo hijos, esos no son mis hijos.-

Vuelve a perderse tras el agua de la cascada y sin voltear la cabeza hacia Clara le pregunta.

-¿no vino Federico? Me prometió que vendría a buscarme, hace tanto tiempo que lo espero.-

La enfermera resignada sacudió la cabeza negándose a creer que Rita hubiese perdido la cordura, tantas veces parecía una mente normal, los psiquiatras que la estaban tratando no podían encontrar la causa de sus ausencias mentales, no estaba loca, no sufría de algún trastorno compulsivo.

Rita se sentaba frente al ventanal de su habitación y escribía los poemas de amor más bellos, redactaba cuentos atrapantes, pero cuando terminaba de escribir se sumergía en un trance cuasi hipnótico olvidando quien era, quien había sido, no recordaba a ninguno de sus hijos, ni a los amigos, ni a los familiares. Alguna que otra vez preguntaba por Federico, pero nadie de su entorno tenía noción de quien era Federico.

Clara le acomodo el cabello, que la suave brisa que se colaba por entre los pinos hizo que se le cayeran sobre el rostro, la tomo del brazo para que se levantara y muy despacio la llevo hasta su habitación, la recostó sobre su cama y Rita antes que esta se fuera le dijo:

-Federico va a venir a buscarme esta noche, él me lo prometió.-

Sus hijos lloraban desconsoladamente, los médicos no encontraron una causa para su muerte mientras dormía, Rita llevaba en el rostro dibujada una sonrisa, estaba en paz al fin.

Silvia tiro con enojo de las sabanas para llevarlas a lavar y allí encontró el cuaderno de Rita, sin poder contenerse, tiro de la cinta anaranjada, este se abrió dejando al descubierto lo último que estaba escrito por Rita:

“Federico no vino a buscarme como me prometió, siempre me miente, no lo espero más”…

Lucia Marty..


23/10/2013.-

lunes, 7 de octubre de 2013

HOY DESPERTÉ

                                                                                                                             

                                                                                                                              Autora: KHADIJA MAR
                                                                                                                                          Mexicana

Con un poco de tristeza 
Y se llevaba mi voluntad. 
Hoy he llorado porque me sentí 
en soledad,

Necesitándote más que ayer,
quiero, ansío sentirte y entregarte
ese amor que llevo por dentro
Y lo sientas en tan sólo en un abrazo
como algo , que jamás hayas tenido..

Sentí la necesidad de sentirte
para poder existirte.
Que torpe he sido que no he podido
llevarlo en disimulo

y me sentí en la lucha
de seguir andando tu camino.
No quiero recordarte por tan sólo vivir
Si no lo que quiero es vivir para recordarte.

Hoy me desperté…

Y quizás, sólo quizás
amanecí sólo en la raíz
con alguna lágrima en mis ojos
que al pensarte me hizo sonreír

Hoy desperté y me sentí ahí,
la huella es indeleble.
Sueño estando contigo
Y confieso que a veces blasfemo
porque necesito imaginarte
para sentir que vivo.

Hoy desperté…

Y le di gracias a Dios,
por dejarme amarte tanto
Y vos estés en mi vida.
Que a pesar de todo,
me ha enseñado lo grande
que puedo ser al amar

Que mi espera aún llena de ansias,
un destino desconocido persigue
aún siendo incierto
el corazón sigue su ritmo

Aún así…cuando se ama eternamente
Se vive ,
¡se vive!
y el amor perdura,
¡perdura! en el alma por siempre…