POEMA DEL REGRESO
Cuando tú vuelvas y regrese la calma,
compartiré contigo el palpitante olor,
que una vez al irte me trajo la ventisca,
sobre la arboleda de tanto desamor.
Llegó la primavera a mis lágrimas sombrías
y el caprichoso juego a mi morada del sol.
Juré tantas veces que a ti no volvería,
pero el destino quiso no escuchar mi clamor
Caminé por el parque, sentí que me perdía
y hasta con un amigo consulté mi dolor,
pero nunca me dijo que tanto sufriría
al pensar que jamás volvería tu amor.
Sentí el suave anuncio que así sucedería,
Sobre las hojas caldeadas de aquel atardecer,
Cuando hablamos de amor y te maldije
Aunque jamás ¡te juro!, lo volveré a hacer.
No dormirá tu torso sobre el silencio mío,
mis manos en tus manos no volveré a fundir
aunque alboradas de música quieran
romper el viento,
cuando traigan tu nombre enredadas en él
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