sábado, 27 de noviembre de 2010

LA HISTORIA JAMAS CONTADA… I




AUTORA: LUCÍA MARTY


ESCRITORA ARGENTINA





Llego a la hora que habíamos pactado, llevamos cinco sesiones y ella aun no ha dicho nada concreto.
Se sentó en el sillón como lo hace siempre, prendió su cigarrillo como lo hace habitualmente y se prestó a hablar.
La detuve y le pedí que comenzara a contarme su historia desde el principio.

-Vamos Lucia, estoy para escucharte-

- Bueno bueno Doc...

Hoy queres que te hable de mí en verdad-

-Sí, Lucia hoy empezas a contar la historia que jamás contaste.-

-Ah, bueno Doc.… empecemos entonces

……ufff -

-Mis padres se conocieron viajando en un tren, ambos estaban casados, así que no había futuro en esa relación, no volvieron a verse hasta después de un año y ahí sí, tanto mi padre como mi madre habían terminado con sus respectivos matrimonios.

Mi padre era Inspector de trenes de larga distancia, vivía en San Juan, una provincia de Argentina, allí estaban todos sus hijos creo que son 12 los medio hermanos que tengo por ahí,

Mi mamá vivía en La Quiaca provincia de Jujuy, con 8 vástagos en su haber, ella era de nacionalidad boliviana, descendiente de españoles, rubia de ojos verdes, piel de porcelana blanca, esbelta, bella, mamá no me hizo así a mí, yo saque todo lo indígena de mi papá, mi abuela Antonia, madre de mi papá, italiana de nacimiento, vino a la Argentina a fines del 1800 y fue raptada por un indio del noreste de mi Argentina, así que la bella Antonia tubo a mi papi con el indio, a pesar de que el tenia ojos verdes como mi abuela, yo tengo los ojos marrones profundos.-

-Viste Daniel-

- En los ojos marrones no se nota tanto la tristeza, por eso será que tengo ese color de ojos, uy ya se mi Doc me estoy yendo del tema.-

- Volvamos al tema- :

- Parece que el amor era intenso y muy fuerte porque apenas se volvieron a ver nunca más se separaron, mi madre tenía 44 años y mi padre 54 años, yo arribe al mundo, al año de que ellos vivían juntos.


Nací en la provincia de Salta, un frío domingo de agosto, mi madre me contaba que era muy despierta para ser recién nacida, que sonreía todo el tiempo, y escuchaba atentamente a todo aquel que me hablara, siempre pensé que sonreía apenas nacida ya que después me pasaría la vida llorando.

A los dos meses de mi hermosa vida me trajeron a la gran urbe, Buenos Aires, ufff, menos mal que fuimos a un lugar que era más campo que ciudad, es un pueblo del partido de Pilar, norte de la provincia de Bs. As. se llama Del Viso, aún voy seguido por allí, ya que tengo mi casa de fin de semana, además de que pasaba mis vacaciones allí con mis hijos.-

Ella habla y parece que enredara todo, pero tiene la virtud de volver a su historia siempre en el lugar justo donde lo deja, a veces pienso que es una mujer muy astuta, huye en el momento justo y aparece también en el preciso momento en que todo parece desbarrancarse..

- Yo no recuerdo mucho de mi niñez hasta que cumplí los cinco años, lo que sé, es porque me lo contó mi mamá, o mi padre, ahora de los cinco en adelante si que recuerdo y muchas veces preferiría no hacerlo.-

-A ver mi querida Lucia, que es lo que no quieres recordar.-

- Bueno doc.-

-Fue muy triste darme cuenta a los cinco años que alguien podía lastimarme.

Fue después de cumplir los cinco años, llego de visita a nuestra casa un hijo de mi padre, eso vendría a ser mi medio hermano, no sé porque, pero no me gusto el tenerlo en mi casa, así que siempre me escondía de él, me pasaba el día en el gallinero o con mi vaca margarita en el corral, jugando de un lado a otro, pero en la casa no, sentía un rechazo muy grande por él.

Una noche todos dormían, yo también, sentí que mis sabanas y frazadas se movían, y una mano tapo mi boca, todo se volvió negro, solo sé que llore mucho, y corrí a esconderme al gallinero, era de noche y estaba todo oscuro, mi mamá recién me encontró a la madrugada, me tomo en sus brazos y me pregunto qué me había pasado, nada dije, y no pronuncie palabra durante días, todos se extrañaron, pero bueno la casa estaba convulsionada, por las visitas y porque pronto mi padre se iría de viaje a San Juan a ver a sus otros hijos.

Mira Doc., todo fue horrible, nunca conté eso que me paso, solo a un ser muy especial que conocí después de muchos años, y su consuelo me sirvió para mucho.

La vida continuo, mi vida continuo, entre odios y reproches, por momentos yo me sentía culpable, sucia, responsable. Tarde mucho en darme cuenta que nada de eso era, mis años continuaron pasando, no fui la misma niña desde aquel suceso, no, me convertí en una rebelde, nada ni nadie volvería a lastimarme, me enfrentaba al más bravo de los machos tanto en la escuela como en la calle.

Me volví servicial con las personas mayores, con diez años iba al geriátrico de mi pueblo y les leía el periódico, algunos libros de poesía, a otros las novelas que les gustaba, y les preparaba la merienda junto con las monjas, así fui creciendo, así fui convirtiéndome en una mujer, orgullosa, tal vez para muchos fría, distante, aguerrida, dura, sí la vida me volvió así.-

-Doc. Seguimos con lo que quisiera olvidar o puedo contarte otra cosa-

- Lucia decime lo que quieras, ya se termina tu tiempo, lo demás en la próxima sesión.-

- Ah bueno Doc.

A los quince vi con otros ojos al amigo de la familia, ese que venía todos los domingos de visita, un señor mayor, mi mente de repente cambio mi frialdad en pura necesidad de salir de mi pueblo, aunque era relativamente feliz, algo dentro mío no me dejaba serlo plenamente, de golpe me convertí en una señorita dispuesta a seducir, a conquistar, toda yo era un volcán a punto de estallar, las charlas se sucedieron y de mi necesidad pase a sentir un amor muy profundo, de él desconozco lo que sentía, jamás supe que era, nunca quise averiguarlo menos ahora que ya no siento lo que sentía.

Yo sentía admiración por él, me encantaba sentarme a su lado y escuchar todo lo que me contaba, que estúpida me reconozco hoy, era una niña de 15 años, que leía mucho, si pero le faltaba el roce de una mujercita de la ciudad, me embauco de una forma impresionante, los chicos con los que siempre estaba, no eran nada comparado con él, tenia mundo, calle, vida vivida.

Con dieciséis años me fui a vivir con él, mis padres se opusieron, mi madre asesto una terrible bofetada en mi cara y me sentencio a que no sería feliz con ese hombre, uy Doc., no se equivoco, las madres nunca se equivocan, porque será.-

-Doc. Hoy no soy feliz a su lado pero nuestra vida fue vertiginosa, separación al mes de estar juntos, era tan ególatra, todo giraba a su alrededor, y la verdad yo no estaba para ser adoradora sino para que me adoraran.

Continúe después de muchas idas y venidas junto a él, llego mi primer hijo, uy que placer fui madre soltera, me había distanciado de mi, podría decir marido, el se entero que era padre a los 8 meses de nacido mi bebe, fue ahí donde realmente conformamos una pareja, en donde yo me convertí realmente en un ser absolutamente abstracto, deje todos mis proyectos en el pasado para dedicarme por completo a ser mamá, la vida continuo, y llegaron mis otros bebes cargados de amor para dar y recibir, fui madre antes que nada, todo paso a segundo plano, viví para que ellos fueran felices, los protegía, hoy me dirán que los sobreprotegí.

Mi madre me regañaba, no los malcríes, mis amigas también, pero que haría sino darles todo lo que podía, no tenia ejemplo de padres desamorados, a mi me habían criado muy mimada, ni que hablar de lo caprichosa que era, entonces no podía esperar que mis bebes fueran unos santos, entre algodones los crie.

Hoy les pido que me den un respiro ya son hombres pero ni ahí que lo consigo.

-Bueno Lucia se termino tu tiempo, nos vemos la semana que viene, espero que sigas contando lo que realmente te molesta.-

-Hasta la semana que viene Doc.-

II

Entro dando un portazo, me resulto extraño, que estaba sucediendo.

-Lucia, que está pasando, a ver deja el cigarrillo para más tarde y habla que estoy para escucharte-

-Mira Doc. Mi vida es un verdadero desastre, estoy al borde de volverme loca.

Siempre cedí, mi vida matrimonial fue un constante ceder, sabes muy bien que él me lleva 36 años, es grande la diferencia, cuando recién nos casamos no la advertí, aun muy a mi pesar todos los que me conocían, dijeron que ya iba a notarla.

En todos estos años pasaron muchas cosas que marcaron mi vida junto a él, me sentí muy sola muchas veces, el fue cruel, muy cruel.

Todos los años yo me iba de vacaciones con mis hijos sola, la excusa era que tenía que trabajar, un mes a cualquier lugar con playa, me llevaba y me dejaba, volvía a buscarme tres o cuatro días antes de que terminarán, esta vez fue distinta de casualidad mi mamá fue unos días a hacerme compañía, hable con ella y le pregunte si se quedaba con los nenes ese fin de semana, acepto y tome el primer micro que salía para la Capital, desde la terminal estuve a punto de llamarlo así me esperaba, pero algo me detuvo, lo iba a sorprender.

Llegue al departamento donde vivíamos, me cruce con mi vecina que tenía una librería, mi querida María, me pidió, me rogo que no subiera que esperará que él viniera, asombrada le dije:

-Mary si esta el auto, seguro que ya está.-

Subí por las escaleras para que no sintiera el ascensor, abrí muy despacio y sin hacer ruido la puerta, todo el departamento estaba en penumbras, me extraño, pero continúe, sentí murmullos en nuestro dormitorio, no pensé nada malo, seguro miraba la televisión.

Tremenda fue la sorpresa que recibí cuando silenciosamente abrí la puerta del dormitorio, allí en nuestra cama estaba él haciendo el amor con una mujer, mi respiración se detuvo, mi corazón dio un salto, no dije nada Doc. Cerré la puerta de la misma forma que la había abierto, camine el pasillo hasta la puerta de entrada, tome mi cartera y el bolso que traía, y ahí si al cerrar la puerta di un tremendo golpe, corrí escaleras abajo, suerte la puerta estaba abierta el encargado me miro y no supo que decirme, María intento detenerme, no pudo, cruce la calle pare un taxi, cuando subía al taxi levante la vista y ahí estaba el asomado al balcón, me fui a la terminal y tome el primer micro que me llevaba de vuelta junto a mis hijos, todo esto sucedió un viernes, él muy hijo de su madre llego recién el domingo, intento que habláramos, lo mire con indiferencia, tal vez con odio, solo le dije que no teníamos nada que decirnos que todo estaba más que claro, nunca se canso de engañarme, siempre había una nueva mujercita dispuesta a competir conmigo.

Le pedí infinidad de veces el divorcio, siempre me amenazaba que me quitaría a mis hijos, que me fuera sola, yo era tan temerosa de lo que podía hacerme, el tenia sus contactos, abogados amigos, jueces amigos, siempre me dominaba el miedo, no quería que nada les pasara a mis hijos, así que soporte estoicamente todo lo que él hacia.-

-Lucia por qué te quedaste, estabas enamorada de él y le perdonabas todo? ¿Tenias miedo? ¿A qué le temías?-

-Daniel no sé porque me quedaba, se que desde ese día supe que no lo amaba más, tenía alrededor mío un montón de casos de parejas que se separaban, y sufrían horrores las mujeres, porque no las mantenían, porque ellos hacían desaparecer el patrimonio, y se declaraban en banca rota, así mil cosas más, yo no deseaba que mis hijos sufrieran, ni que les faltara nada absolutamente nada, entonces tome la decisión, de que si alguien sufriría en este caso, no serian mis hijos, no.. Ellos no.

Soporte estar durmiendo en el sillón durante dos años, sin que mis hijos jamás se dieran cuenta, me levantaba a las seis y media y me pasaba a la cama matrimonial, porque los nenes se levantaban a las siete y siempre iban a despertarme para que desayunáramos juntos, ellos se iban a la escuela y yo a trabajar a la oficina de mi marido, que ironía, era su mejor empleada, pero no cobraba un centavo, yo callaba, los que me conocían no podían creer que el dominara así mi vida.

Después de esos dos años de separación, intentamos recuperar la pareja, al principio todo iba de maravillas, el parecía haber dejado sus andanzas de lado.

Daniel duro tan poco lo dulce y lindo de nuestra reconciliación, un par de meses y otra vez las llegadas tarde, otra vez la reuniones con amigos, pero esta vez no me afecto, me volví una mujer muy cruel con él, ya no me importaba si estaba o no, salía con mis hijos a todos lados, no paraba en mi casa, nos subíamos al auto y podíamos terminar en cualquier lugar de la provincia, días de campo, visitas a estancias, fines de semana los cuatro solos, cuando los chicos preguntaban porque su papá no venía con nosotros, lo excusaba que debía trabajar, y así continuo mi vida hasta que hace once años le dije que quería el divorcio, ya estaba todo listo para firmar los papeles y a él le dio depresión, no había forma de sacarlo de ese estado, allí me quede, lo cuide como una amorosa esposa, así paso un año, todo lo hice por amor a mis hijos y por el respeto que él me merecía como padre de mis hijos, no iba a dejarlo en su peor momento, me hubiera sentido la peor de las mujeres, si yo cuidaba a los perritos que la gente tiraba en la calle, como iba a dejarlo solo a él que era el hombre que yo había amado tanto, el único hombre en mi vida, me encontré con la carga de una casa, un hombre enfermo, unos hijos que me necesitaban más que nunca, no podía irme.

Así seguí hasta ahora, protegiendo a mis hijos de sufrir, por sus padres divorciados, Daniel no sé si me equivoque, puede que sí, pero no me arrepiento de nada de lo que hice hasta ahora.-

-Lucia tu tiempo concluyo, seguimos en la próxima cita.-

-No Daniel, no habrá próxima, me voy de viaje y no creo que vuelva, tal vez en un tiempo tengas noticias mías, tal vez solo tal vez.-

FIN…

Lucia Marty..



HISTORIA PUBLICADA CON LA DEBIDA AUTORIZACIÓN EXPRESA DE SU AUTORA.



2 comentarios:

ALBORADA dijo...

Creo que esta historia, dolorosamente ha sido una y mil veces repetida por muchas de nosotras, y marcado nuestras vidas, esa vida que quizás dejamos atrás para crear la de nuestros hijos como estímulo imperativo para seguir....y los sueños, quedaron olvidados, Lucía....creo que no, amiga, caminan contigo, mientras siga la vida.

Mis saludos a ti, y a Justo por traer tu relato a su espacio.

Mayra

lucia marty dijo...

Gracias Justo por permitirme el honor de estar entre tus letras..
Mayra mis saluditos para vos y es como decis una historia miles de veces vivida y sufrida..
besitos..
lucia marty..