sábado, 20 de noviembre de 2010

DICCIONARIO DEL CAMINANTE 24.10.10 BITÁCORA DE JUSTO ALDU


DIA OCTAVO

Nos hicimos a la mar y a poco de salir de la Hispaniola, fuerte oleaje estremecía el Bergantín.
Todos nos miramos como recurriendo al rezo para salvar el viaje y nuestras vidas. Balboa nos convenció de desviarnos hacia el sur. El tiempo amainó. Atracamos finalmente en un bello lugar de aguas tranquilas. Tiempo después sería llamado Portobello o Portobelo por el Almirante Colón.

DIA NOVENO

Tenía que lograr una entrevista con un famoso pirata HENRY MORGAN, Inglés que había atacado guarniciones españolas en varias oportunidades, ahora quería el oro y las riquezas de PANAMÁ (Así era llamada ésta parte del istmo centroamericano)

DIA DECIMO

Finalmente encontramos al pirata. Y le entrevisté:
J.A.: (justo aldu) M.: (MORGAN)

J.A.: ¿Sr. Morgan, cuál es su aporte al Diccionario del Caminante Bitácora de JUSTO ALDU?

M.: Mi aporte es la letra “P” de Pirata y de Panamá.
J.A.: ¿Sr. Morgan, si es usted un burdo pirata, porqué le llaman Sir?

M.: Porque fui nombrado caballero por el rey Carlos II de Inglaterra en 1674. Muchos me llaman Pirata, pero fui un filibustero y terminé residiendo en la isla de Jamaica.
emprendi varias campañas bélicas contra las posesiones españolas en la zona del mar Caribe.


J.A.: ¿Saqueó usted Portobello?

M.: Si, si lo hice, no me arrepiento, con 8 embarcaciones y mis mejores hombres me dirigí a Panamá luego del ataque a Puerto Príncipe Sabía que había riquezas provenientes del Imperio Inca, donde una celda fue llenada con oro en rescate del hijo de un rey. Todo ese oro pasaba por Panamá rumbo a España. Caminé 5 kilómeros con un contingente de más de 400 hombres y ataque el castillo de Santiago, luego el de San Jerónimo, luego ataqué el tercer fortín. San Felipe. Allí me hablaron de un tal ALDU, otro loco poeta tal vez, no le tome importancia hasta que lo conocí a usted pues el oro era mi objetivo.
Perdí 70 hombres. Me retiré hacia Cuba, donde repartí más de 250,000 pesos, joyas, oro y todo cuanto había allí. Incluso el amor de unas doncellas.

J.A.: ¿Porque no se llevó el famoso altar de oro cuando en fecha posterior saqueó también la Ciudad de Panamá?

M.: Oh. Vaya, Ese altar lo cubrieron con barro unos frailes. Jamás me enteré de su existencia. Me han dicho que es algo imponente de incalculable valor. Una verdadera reliquia. Lo hubiera trozado y repartido con la corona inglesa. Que ya de por sí tiene una de las joyas más exquisitas provenientes de Panamá. Una perla del tamaño de un puño. La más grande del mundo. La encontraron en una isla del Pacífico llamada “Contadora” porque allí se contaban las perlas que enviaban a la corona, hasta que fue robada. Ja, ja, j a. ja.

J.A.: Usted incendio la ciudad posterior al ataque?

M.: No, lo hizo PEDRARIAS DAVILA, el entonces gobernador, para que no me quedara nada al llegar, pero siempre encontré uno que otro tesoro.

J.A.: Que piensa de su actuación en la historia?

M.: Bueno, tengo mi fama y mi lugar. Hoy por hoy, hay modernos piratas que con sus transnacionales roban la sangre y el sudor de los países en ésta parte del mundo pagando las mismas con una miseria. Esa es la verdad. La realidad social es muy pobre gracias a esos gigantes que intervienen en las economías, muchos quitan y ponen presidentes y tuercen el brazo a los dirigentes para saciar sus voraces bolsillos.
Ellos no son muy diferentes a mí. También son filibusteros, también roban al pueblo y le traen miseria. Y también trabajan como yo lo hice para oscuros intereses

J.A.: Muchas gracias señor Morgan por su aporte al diccionario del Caminante, Bitácora de JUSTO ALDU.

M.: A sus órdenes y mucho cuidado cuando vayan hacia el norte. Los AZTECAS son muy sabios e impredecibles.

Dicho esto nos despedimos de éste personaje de la historia y su pasaje por Panamá. Una de las muchas incursiones que realizó. Un personaje mítico el cual se ha hecho leyenda por las novelas y el cine que lo han retratado tal vez como mucho más de lo que fue. MORGAN, acabó como acabarán muchos de los piratas que asolan nuestros pueblos hermanos. Bebiendo en bares y con una mala salud. La vida les cobra a éstos toda la maldad que hicieron.

El viaje por Centroamérica continuó por la costa hacia el norte.


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