En la alborada de una nueva era
ya se acerca el tiempo total del universo
cansada estoy de albergar solo llantos y lamentos
mi vientre hinchado como un odre
la purulencia humana desborda mis costados.
Te he cantado en el oído con canto líquido
más tú no has oído mi voz en mis aguas ni el viento
vehículo de un presagio mayor soy en el tiempo
soy desde ayer y seguiré siendo mañana
cause de pocos remansos
Solo tú... mi amado eterno has vadeado
con soltura mis bajadas
tú que has libado emocionado
de la fuente cristal de mis pupilas
cosechado las mieses en estío en mis orillas
Te avergüenzan los abismos del miedo bajo
tus plantas
y vuelves la espada de tu fe sobre mi cuello
mas tu nombre está inscrito junto al mío
en la alborada de la primera panspermia .
PUBLICADO CON LA AUTORIZACIÓN DE LA AUTORA
5 comentarios:
Hermoso, la vesrdad si luego de leerlo el destinario, no se da cuenta de ese amor, es porque estaba leyendo otra cosa.
Saludos.
Un precioso poema para el final de la Trilogía.
Ha sido un placer seguirlos.
SAludos enormes a los dos.
Leí los tres poemas. Muy buenos. Me han encantado.
Saludos a Cecilia y a ti.
Maite.
A todos los visitantes de mi blog y los que han tenido el honor de leer ésta hermosa trilogía y vuelven a recorrer con su mirada éstas preciosas letras. Se los agradezco. Lo mismo que a la autora. Toda una revelación chilena.
Justo amigo, no sé qué pasa pero no puedo leer el poema, las líneas están unas sobre otras, desde ayer lo he intentado varias veces y nada, y realmente me interesa leerlo, incluso lo he abierto en varias pc...
No obstante, sencillamente me encanta como escribe la chica.
Mis afectos
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