Soy piedra sin historia
eterna condenada por amor
a vivir bajo la sombra del olvido
los ojos fijos en el tiempo.
Y la lagrima crece y se hace rió
y el rio se embravece y se desborda
amado mío… son tus manos
las que remueven las aguas del destino.
Reconozco cada palmo de tu piel
que ha tocado mi superficie
recorro tus vertebras como rosario de perlas
en las manos de un creyente
recojo cada palabra tuya, cada lágrima
para mecerlas en mi vientre de azul.
He visto apagarse cada luna y en tus ojos
no veo más horizonte que la huida
tu cuerpo encarcelado y doliente
por los siglos de los siglos.
Amor mio éste …. mi torrente
será cause será senda donde tus pupilas
volverán a visitar tus días de soles largos
de frutas olorosas esas que comías con calma
las laderas floridas de tu tierra ancestral.
Serás eternamente junco inclinado sobre mi frente
no es castigo , es el destino amor es el destino .
**Publicado con la autorización del la autora
4 comentarios:
Una excelente entrega de poesía mitológica.
Cuánta razón Julio. Es un placer leer este poema.
Saludos muchos.
Mi querido amigo... te agradezco infinitamente que publiques en tu espacio mis poemas.. Bueno en esta trilogía , se mezclan la mitología con el romanticismo y la falsa moral de turno...solo espero que les guste a tu publico seguidor, te dejo mi cariño de siempre . Cecilia Vargas Retamal.
Reconozco cada palmo de tu piel
que ha tocado mi superficie...
Gracias Julio por compartirlo y a Cecilia por escribirlo, hermoso.
Mis afectos de siempre, amigo
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