para refrescar el corazón.
Dos hojas de albahaca
que no se convierta
en pura alharaca.
Tres gotas de vinagre
con la esperanza de conquistarla a ella
y a su madre.
Cuatro copas de vino
y sentirá que el cariño
por fin vino.
Cinco gramos de alcanfor
y obtener de sus labios todo el amor.
Seis hojas de lirio
para que quiera con delirio…
Asombrado
de éste mundo común
la curiosidad revolví
y despacio la bebí.
Hoy conservo en mi memoria
aquel sencillo experimento
como un recuerdo huraño y traspapelado.
Antes que empiece a sangrarme
cada dedo de repente
por no escribir su nombre
me reconcentro y la visiono
veinticuatro años después.
Si, mi corazón explotó suavemente
con una explosión que la alcanzó
La hizo partirse
y de cada trozo
nació un pedazo de ella y mío,
mio y de ella.
mio y de ella.
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