(A los
108 años de separación de Panamá de Colombia)
Pensando estás en voz
alta.
Tu voz sobre mi voz
hoy vigilante.
El tiempo queda en
los quehaceres
de los hombres…
Solo cumple deberes,
sin expiar las culpas
de nadie.
Tu, que has puesto la
ternura en mí,
escucha la historia y
no vendas tu alma
ante el impío traidor,
adorador vacilante.
Algunos sin himno ni
bandera
y no acaban de explicar
porqué estamos
divididos,
tan llenos de
resquicios o dobleces.
Navegantes dispersos,
tesoro para otros.
Fueron calles y
plazas,
luego astillas de odio
solapadas.
Hoy los pájaros cantan
a puro sol, cemento o asfalto,
ensimismados, cubiertos
de gloria sobre fuego.
Y corre la luz entre
los dedos
corre la voz
corre el alma
corre mi amor por vos.
Hermoso es tener
ilusiones,
y soñar que nos une el panorama.
El olor a tierra
húmeda, mojada por el surco y la semilla.
En el mismo lugar va
mi ternura.
La realidad produce miedo,
miedo a mirarla,
miedo a perderla, miedo a tocarla,
pero soy tu patria y
junto a ti como alfarero
Formaremos otra vez
éste linaje.
Tu como hijo
y yo como madre Patria.
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