viernes, 22 de julio de 2011

RENACER




He visto arder la rosa y florecer el canto.

Allá en tu patria, sé que me esperas

Acá en mi patria, yo te recuerdo

Y he visto también el vasto oleaje de la tarde

en la pestaña del día

junto a una taza de café.

Mi cuerpo aquí, mi mente allá.


La distancia es fuego

que me quema de ansiedades,

pero mientras arde el amor, arde la vida

y atravieso la piel del almanaque,

la piel de mi alma

la raíz del pensamiento,

mi quehacer, mi historia…

Y en la erupción de mi corazón

llego a tu mente en los zapatos de la tarde.


¿Cómo hacerte entender, que eres mi pan,

Mi afluente, mi vocación, mi filosofía,

las veinticuatro horas

de cada uno de mis días?

Un atrevido manantial sonoro,

Reina azteca, luchadora continua.

Puede que la espera se canse

y se acorte el futuro del día

para que florezca el pino de tu casa.


Será una tarde, si, será una tarde

La que yo necesito para dibujarte en mi vida

he instalarte en mi destino,

en el centro de mi mapa

en la tibieza del hogar hoy ausente

y quedarme allí para renacer.

1 comentario:

Mari Carmen C.C dijo...

Precioso Julio, sencillamente hermoso... versos lleno de un gran sentimiento, que arrasa la distancia, el espacio y el tiempo.
Me gusta éste renacer tan impoluto.

Un abrazo amigo Julio y que tu renacer permanezca vivo eternamente.