Hay monstruos construidos de un solo ojo o de dos
con enormes manos e imbatibles soluciones…
te chupan con un carrizo todo lo rojo y todo lo gris
y ponen una marca registrada a tu estirpe.
Mis monstruos se autonombran mis amigos y vecinos
se instalan en mi sol
y vuelan en derredor cuidando su madriguera
son monstruos que crean monstruos
y perfeccionan la técnica
de hacer desaparecer de sus rostros
las lágrimas y el amor,
sonríen, negocian y te disparan con silenciadores,
de noche o de día, con sombras o sin ellas.
Mis monstruos ponen cercas
y se quedan con las verdades y con pedazos de alma.
Aprendieron a blasfemar muriéndose de la risa
y toman el aire-nuestro al pie de la letra.
Monstruos que todo se lo tragan sin eructar…
que no duermen, son sonámbulos…
que aprenden a prender fogatas
y ver como arde el pueblo en ignominias,
se masturban con mis deseos de libertad…
Esos son mis monstruos,
los que te sonríen con el labio superior
y te escupen al rostro con el labio inferior.
2 comentarios:
Se masturban con tus dedos de libertad, donde tu poesía se hace grande y grita cuando es necesario y susurra como caricia.
Tus monstruos, los monstruos, inclinan el paso, ante la arrolladora letra de la verdad.
Un abrazo enorme, Justo, amigo.
Vine en la mañana a leerte, regreso y no sé, es tanta la fuerza que leo que no me salen palabras...
Lo que sí sé es que hay monstruos que te lastiman el alma...
Saludos enormes Julio.
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