"No ha pasado el huracán en vano
entre un canal panameño y la sangre
que amanece cimbreando,
que anochece en una sola estrella.
Horizontes desgarrados en las venas
y un tesón bravío con sabor a hermano.
Ya será el lucero y los hombres sacros
serán aquellos que tu hombro adosa
columpiando las penas de tu gente,
sofocando amarguras de ese llanto que lloras.
Algún día, Julio...algún día
cuando la Patria, tu Patria
y Latinoamérica toda
sea el vergel de justicia aunque tardía
habremos de gritar sobre las sombras.
Ya sé que te duele la mujer que asoma
por el costado envenenado de la herida,
por Panamá, por su gente, por tus hijas
y por los sueños preñados que te nombra
poeta, comunicador, sobre todo: hombre.
Hombre sentado en los umbrales con manos juntas
como esos niños que aún esperan,
y esos viejos que ya no esperan y luchan
todavía en creer que no es gris la esperanza.
Por si tus latidos dejados a merced
de los niños de tu nación, no alcanzan
y por si tu boca se llaga por la sed
mientras te hacen beber del lodo,
rómpete la piel, desgarra tu carne en verso,
que aquí no doblegaremos los codos,
tu espalda será nuestras espaldas
tu pluma será la que despierte nuestro verbo,
el que se conjuga a ponchazos y en ancas
de honrarte, compañero!"
Autora: Su Gea, escritora Argentina
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